Plazo se extiendo hasta el 19 de mayo: convocatoria para el apoyo a actividades en el medio 2021-2022
Se prorrogó hasta el 19 de Mayo para la convocatoria Apoyo a Actividades en el Medio 2021-2022.
Primer cierre 19/05 (desarrollo de actividad en 2021)
Segundo cierre 10/09 (desarrollo de actividad en 2022)
La Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM) realiza convocatoria para apoyar Actividades en el Medio a ser desarrolladas por equipos universitarios.
Podrán presentarse equipos universitarios compuestos por:
• Docentes
• Estudiantes
• Egresados
• Funcionarios/as TAS
• No universitarios ( Hasta 50% del equipo)
Requisito: 1 docente Grado 2 o mayor por equipo.
La Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM) de la Universidad de la República realiza anualmente una convocatoria para apoyar Actividades en el Medio a ser desarrolladas por equipos universitarios.
Esta modalidad pretende apoyar el vínculo de los equipos universitarios con actores no universitarios, a través de la creación artística, cultural, y la divulgación de conocimiento realizadas en la Universidad de la República, así como acciones relativas a la promoción y el ejercicio de derechos humanos.
En un sentido amplio, las actividades en el medio comprenden las acciones llevadas adelante por universitarios en vínculo con población no universitaria, a través de actividades de asistencia, difusión o divulgación científica y procesos de transferencia tecnológica.
La modalidad también presenta un instrumento para el desarrollo de actividades puntuales, enmarcadas en procesos de extensión.
Objetivos
1- Promover la difusión y el intercambio de conocimiento socialmente pertinente.
2- Facilitar aportes a experiencias de extensión en curso.
3- Promover la realización de actividades culturales o de divulgación que vinculen a la Universidad con el medio.
¿Quiénes pueden postularse?
Podrán presentarse a esta convocatoria equipos universitarios compuestos por docentes, estudiantes, egresados/as y/o funcionarios/as TAS de la Universidad de la República. Los equipos podrán estar compuestos por integrantes no universitarios/as siempre que no superen la mitad del equipo.
En todos los equipos deberá participar al menos un/a docente (Grado 2 o superior) que indicará ser el/la responsable de la ejecución presupuestal ante el Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio- Udelar.
Los equipos no podrán conformarse exclusivamente por docentes de los Programas PIM, APEX, de las Unidades o Áreas de Extensión de los servicios universitarios (Facultades, Escuelas, Institutos) o de la Unidad Académica del SCEAM. Los/as docentes previamente mencionados tampoco podrán, por sus cargos en dichas reparticiones, ser responsables de las propuestas.
No podrán postularse quienes tengan pendiente la entrega de informes o rendiciones presupuestales ante la CSEAM.
Cada responsable académico/a y/o cada equipo de trabajo podrá presentar una única propuesta por cierre del llamado. En caso de incumplimiento en este aspecto, no se considerará ninguna de las propuestas presentadas.Aquellas propuestas que no cumplan con las condiciones anteriormente expuestas no serán consideradas para su evaluación.
Características de las Actividades
Las actividades podrán ser talleres, jornadas de capacitación, mesas redondas, actividades de difusión u otras modalidades. Por el carácter del llamado dirigido a actividades puntuales, quedan excluidas propuestas de investigación o de extensión de largo aliento, así como actividades de desarrollo institucional de los servicios universitarios. Al mismo tiempo, quedan excluidas aquellas actividades que impliquen costos para sus participantes (matrículas, inscripciones u otras modalidades de cobro).
Se valorará positivamente la conformación multidisciplinaria de los equipos, así como la participación de estudiantes y el reconocimiento curricular de las actividades.
Asimismo se valorará la articulación con, al menos, la Unidad de Extensión del servicio al que corresponde el docente encargado de la ejecución.
Financiación
El llamado prevé la realización de dos cierres anuales. El primero de ellos se ejecutará en el mismo año del cierre y el segundo cierre se ejecutará en el período presupuestal del año siguiente. Este llamado financia presupuesto solamente del rubro gastos (por ejemplo, transporte, alimentación, materiales o bienes fungibles).
Cada propuesta de Actividad en el Medio podrá solicitar un apoyo de hasta $U 40.000 (cuarenta mil pesos uruguayos), exclusivamente en el rubro gastos.
Los gastos para alimentación no podrán superar la tercera parte del total del monto solicitado. De no ser así, podrán no ser aceptados al momento de la ejecución.
No se financiarán sueldos ni inversiones.
Plazos y procedimiento para la postulación
La presentación a esta convocatoria se hará a través de un formulario disponible Aquí
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Se deberá adjuntar al formulario electrónico la siguiente documentación en formato .pdf :
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Propuesta completa de acuerdo a la pauta disponible en el formulario. (Plantilla disponible en el formulario)
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Aval del servicio universitario del responsable de la propuesta (Decano/a o Consejo de Facultad, Director/a de CENUR o Consejo CENUR.).(Plantilla disponible en el formulario).
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Aval firmado de al menos una de las instituciones u organizaciones no universitarias involucradas en el proyecto.(Plantilla disponible en el formulario)
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Currículum vitae del/la responsable académico/a de la propuesta.
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En el caso de responsables que sean egresados/as o estudiantes, deberán presentar documentación que lo acredite (certificado de estudiante activo emitido por la bedelía respectiva o título según corresponda). (Plantilla disponible en el formulario)
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Nota de compromiso firmada por el equipo de Udelar (cada uno/a de los integrantes) (Plantilla disponible en el formulario)
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No se recibirán propuestas fuera de los plazos establecidos en el calendario. La presentación de la propuesta deberá ajustarse a la documentación solicitada y al formulario estipulado.
La Comisión Asesora no considerará las postulaciones que no se ajusten a estos requisitos.
Bases completas:https://www.extension.udelar.edu.uy/convocatoria-para-el-apoyo-a-actividades-en-el-medio-2021-2022/
Culminaron obras de construcción del aula gimnasio en el Complejo Educativo Paysandú
Se completó la segunda etapa de las obras universitarias en el Complejo Educativo Paysandú en la ex terminal de ómnibus sanducera. Con una inversión de 9.300.000 pesos uruguayos, se construyó completamente desde cero un aula gimnasio de 251 metros cuadrados y se realizó la adecuación del un área de casi 700 metros cuadrados –correspondientes al sub suelo de la ex terminal-- generando varias aulas para clases y reuniones, vestuarios y sala docentes.
La arquitecta Helena Heinzen, responsable de Proyectos del Interior del Plan de Obras de Mediano y Largo Plazo (Pomlp) de la Universidad de la República recibió las llaves de la obra finalizada y –en cuanto la situación sanitaria lo permita-- las flamantes instalaciones estarán disponibles para su uso en actividades universitarias.
Inicialmente se habían construído aulas y laboratorios, así como la adecuación de los servicios higiénicos en la planta baja del edificio, en conjunto con UTU. “Esta es la segunda etapa planificada, en la que estuvimos prácticamente todo el 2020 trabajando en la obra con los protocolos correspondiente y con las pausas por licencias especiales”, explicó Heinzen. Detalló que “se adaptaron las viejas bodegas de las agencias de ómnibus, dónde guardaban encomiendas para pequeñas oficinas y aulas, un vestuario y oficinas de docentes. Además se hizo nuevo un aula gimnasio, que como su nombre lo dice es para dar clases que tienen que ver con actividades de enseñanza de educación física”. Detalló que el edificio de 251 metros cuadrados, “permite trabajar con comodidad y holgura a grupos de 50 personas y es fundamental para facilitar la organización de las actividades de enseñanza del Instituto Superior de Educación Física fundamentalmente”.
La proyección del aula gimnasio estuvo a cargo del arquitecto Nicolás Moreira y la adecuación del subsuelo del arquitecto Marcelo Silva con participación de la ayudante Andreína Cuccaro.
La etapa ahora concluida fue ejecutada por la empresa sanducera ORM y la primera etapa la llevó adelante la empresa Caillabet. “Sabemos que la construcción es un rubro que dinamiza mucho a otros sectores y por eso se alienta a las empresas locales a participar de las licitaciones, además de la enseñanza, extensión e investigación la Udelar promueve el desarrollo local a través de todas sus actividades”, respondió.
Presupuesto universitario y desarrollo edilicio en todo el país
La inversión destinada alcanzó los 9.300.000 pesos uruguayos. “Es dinero del presupuesto de la Universidad de la República, dentro del marco de las obras del Plan de Obras de Largo y Medicino Plazo”, explicó. Agregó que las obras realizadas “es importante considerarlas en la globalidad del desarrollo institucional de la Udelar en todo el país”, y como supervisora de los proyectos de construcciones en el interior enumeró otras obras en proceso y de reciente finalización.
“En estos días se están finalizando los detalles del laboratorio de máxima seguridad biológica en Salto, junto con la plataforma de investigación --cuya obra civil fue inaugurada el año pasado-- y que suman 1.800 metros cuadrados; acabamos de culminar la obra de un aulario en Maldonado y ya estamos licitando un aula gimnasio --igual a ésta de Paysandú-- para las actividades de ISEF en ese departamento”. Agregó que en la sede de Rivera se está presentando en los próximos días la licitación realizar un edificio para los servicios de atención a la planta física de la sede y completar el edificio administrativo. “En Rivera también está proyectado para el próximo año un edificio de laboratorios y oficinas que va a contener los polos de desarrollo universitario”, agregó.
“La Udelar en el interior se sigue moviendo a nivel de inversiones para la ampliación de la infraestructura”, dijo y resaltó la apuesta institucional a “construir edificios con altos estándares de calidad, que aseguren confort para el desarrollo de las actividades y permitan una proyección de utilidad en el tiempo”.
Curso: Narrativa fotográfica
El Proyecto de Ampliación y Diversificación de la función de enseñanza a nivel nacional - Paysandú del Instituto Nacional Escuela de Bellas Artes (Ienba) en la sede Paysandú del Cenur Litoral Norte invita a la edición 2021 del curso Narrativa Fotográfica, con el licenciado Federico López. El curso dará comienzo el lunes 10 de mayo y se llevará a cabo durante seis semanas los lunes a las 17 horas y los jueves a las 15 horas.
El curso inspirado en una propuesta ya concretada en 2019, ha sido reformulado para llevarse adelante en la modalidad on line y se concretará a través de la plataforma Zoom. Las inscripciones son gratuitas completando el formulario en el sitio www.cup.edu.uy/inscripciones y los cupos son limitados. El link para la conexión será remitido a los inscriptos a través del correo electrónico proporcionado en la inscripción.
Durante el curso, cada estudiante realizará diferentes ejercicios, poniendo en práctica los conceptos estudiados en las clases y en cada encuentro el docente facilitará recomendaciones de material audiovisual para profundizar las temáticas propuestas tanto a nivel conceptual como práctico. Las instancias de clases previstas podrán complementarse con reuniones de consulta con grupos reducidos. El objetivo es acercar a diferentes referentes de la región para que nos cuenten su manera de construir estructuras visuales de impacto.
INSCRIBIRSE
Programa del curso Paysandú 2021
Encuentro 1: Presentación del curso/Construir estructuras narrativas/Referentes estéticos
Encuentro 2: Trabajo personal o grupal
Encuentro 3: Lo real en fotografía / Representación
Encuentro 4: El retrato / Aspectos estéticos y técnicos / Referentes estéticos
Encuentro 5: Texto e imagen / Referentes estéticos
Encuentro 6: Invitada texto y fotografía
Encuentro 7: Elementos necesarios para el desarrollo de reportajes fotográficos
Encuentro 8: Invitado, sus procesos creativos
Encuentro 9: Presentación del trabajo al público
Encuentro 10: Revisión trabajo final
Encuentro 11: Revisión trabajo final / Evaluación
Cada encuentro tendrá una duración de entre 90 y 120 minutos. Los días lunes el encuentro es a las 17 horas y los jueves a las 15 horas.
Seminario Taller: “Curricularizar la Extensión: semillero de proyectos y espacios de formación integral”
La Unidad Regional de Extensión (URE) del Cenur Litoral Norte de la Universidad de la República, anuncia la realización del seminario taller: “Curricularizar la Extensión: Semillero de Proyectos y Espacios de Formación Integral”. El mismo tiene como objetivo: habilitar un espacio de formación docente que propicie la reflexión de escenarios de curricularización de la extensión tendientes al desarrollo de prácticas integrales.
Está destinado a docentes del Cenur Litoral Norte de las tres áreas del conocimiento y del Instituto de Formación Docente de Salto y Paysandú. No se requiere experiencia previa en trabajos vinculados a la función.
Este seminario taller pretende generar un acercamiento a los diversos intelectuales latinoamericanos que han estudiado su evolución histórica, espiritualización y tipologías y propone trabajar conceptual y metodológicamente desde la práctica, que es la modalidad que viene abordando la URE en la promoción de la extensión. En este sentido mediante talleres se trabajará de forma colaborativa con los docentes inscriptos. En los módulos se realizará una introducción a la temática que se complementará con un taller como se mencionó anteriormente.
En el marco del Seminario se propiciará que los docentes realicen un proceso reflexivo desde lo experiencial entorno a prácticas en el medio y/o extensionistas, de enseñanza o investigación evaluando la factibilidad de que estas experiencias puedan reformularse tendiendo a procesos integrales. Por otra parte se habilitará el encuentro e intercambio de experiencias, fomentando el abordaje multidisciplinar de temáticas, generar nuevas ideas y pensar en colectivo sobre prácticas curricularizadas de extensión.
FRECUENCIA Y CARGA HORARIA:
- Encuentros virtuales semanales de 2 horas y media de duración desde el 30 de abril al 11 de junio; los viernes a las 18 horas.
- Presentación de propuesta final 2 de julio.
- 40 horas total.
INSCRIPCIONES
El curso tiene cupos limitados y las inscripciones se recibirán hasta el miércoles 28 de abril en https://forms.gle/AJbDo6K5vuMa69Lt5 o por el correo: unidadregionaldeextension@gmail.com
Duración: del viernes 30 de abril al 11 de julio
MODALIDAD:
Modalidad acreditada:
La misma será asincrónica por plataforma zoom, al menos hasta que la situación de pandemia así lo determine. Se abordarán 7 módulos introductorios a las bases teórico conceptuales y metodológicas de forma teórico-práctica. Para cada encuentro será obligatoria la lectura previa de la bibliografía obligatoria, en base a la misma se realizarán dinámicas participativas que complementarán las disertaciones. En la plataforma EVA se dispondrá de un repositorio de cada módulo ordenado de acuerdo a los siguientes puntos:
Disertaciones grabadas.
Videos complementarios
Bibliografía clasificada con el siguiente criterio: i) bibliografía básica obligatoria, ii) bibliografía ampliatoria, iii) bibliografía de profundización.
Por otra parte se subirá una “Valija de herramientas para el trabajo a campo”.
Desde el 11 de junio al 2 de julio se trabajará en la formulación de un proyecto o EFI contando con el apoyo de un docente de la URE. Se asignará $30.000 (destinado a gastos) a 7 proyectos o EFIs que se ejecuten en el segundo semestre.
Modalidad libre:
Se podrá participar de forma libre no acreditable por zoom, el disertante al finalizar responderá hasta 3 preguntas seleccionadas por los dinamizadores. Las restantes se intentará responder vía mail. (aún no sé si la tecnología lo permite)
EQUIPO DOCENTE
Docentes responsables de coordinación, dictado de un módulo y acompañamiento en construcción de EFIs: Equipo docente Unidad Regional de Extensión Cenur Litoral Norte.
Docentes invitados e invitadas:
Humberto Tomassino. Facultad de Veterinaria.
Unidad de Apoyo a la Enseñanza (UAE) CENUR Litoral Norte Sede Salto y Paysandú.
Gabriel Soto (Comisión Académica de Extensión de Facultad de Psicología Montevideo), Guillermo Lago (Servicio de Investigación y Extensión de Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo), Red de Extensión
Delia Bianchi. Facultad de Psicología CENUR Litoral Norte.
Ana Egaña. Biología Humana-Espacio Interdisciplinario
Varenka Parentelly (UAE) y Federico Pristch (UE). Facultad de Información y Comunicación.
Patricia Iribarne. Unidad de Extensión de Facultad de Ciencias
Creer, sentir, actuar: tres claves del factor humano para entender y enfrentar la pandemia de Covid-19
Escriben:
Francisco Morales Calatayud (1)
Delia Bianchi Villalba (2)
En la presente pandemia, se insiste en la necesidad de entender al virus, pero quizás debemos también hacer un esfuerzo importante por entender a quienes estamos expuestos al mismo, lo padecemos y lo transmitimos y muy especialmente, por reflexionar acerca de qué podemos hacer para, entre todos, aportar a la salida del peculiar momento que atravesamos.
Los seres humanos somos protagonistas y sujetos activos de nuestra propia salud y ésta se produce en el contexto de las relaciones sociales, ya sea en cada una de nuestras familias, nuestros grupos de pertenencia, las instituciones en las que participamos, la comunidad en la que vivimos y la sociedad toda que integramos.
Nuestra salud está afectada por numerosos factores físicos, químicos y biológicos, pero generalmente tales factores están mediatizados de algún modo por la acción humana. En algunos casos, la acción humana puede tener mucho más peso en afectar la salud de las personas que la propia naturaleza de los factores antes mencionados.
La salud es parte de la permanente interacción de la naturaleza y la sociedad. Este artículo pretende ofrecer un comentario dirigido al público en general, no busca complejizar mucho las cosas, pero es necesario al menos hacer mención de ciertas ideas generales que surgen del conocimiento producido por disciplinas que, como la psicología, estudian la subjetividad y el comportamiento humano.
Para ir al grano: por mucho que sepamos del virus, si no prestamos atención al factor humano que está implicado en la interacción con el virus, nos costará más trabajo controlar sus efectos perjudiciales.
¿A qué nos referimos con eso del “factor humano” en los problemas de salud?
El factor humano es la expresión práctica del lugar activo del papel de la sociedad en la determinación de la salud y en su atención. En ello están representados niveles y componentes muy diversos, incluso contradictorios. Algunos son de un nivel muy general, digamos, el “macrosocial” porque pueden afectar para bien o para mal a muchas personas. Algunos se dan en un plano más “microsocial”, por ejemplo, en el contexto de las familias, los grupos de contemporáneos o las instituciones. Otros se expresan en las personas concretas, el sujeto actuante, es la expresión del factor humano en la salud en el nivel individual.
Es imposible separar unos niveles de otros, por ejemplo, acciones que se llevan a cabo a nivel “macrosocial” terminan afectando en el nivel individual, y viceversa.
El virus SARS-CoV-2 es el agente biológico que causa la enfermedad, pero no basta con la existencia del virus para que una pandemia se produzca, tiene que pasar de persona a persona y diseminarse. En algunas epidemias ese paso se da de formas poco claras o poco modificables por la acción humana consciente; en otros casos, como en este, el paso de persona a persona depende, en mucho, de cosas que hacemos que son en buena medida controlables por las personas y la sociedad puede influir en que las personas adopten activa y conscientemente medidas para evitar los contagios.
Ciertamente, el virus, por sus características biológicas, es altamente contagioso. Pero si hacemos las cosas bien, hay muchas posibilidades de controlar o al menos reducir sustancialmente la transmisión de persona a persona. Desafortunadamente, parece ser que en esta línea la sociedad contemporánea no ha logrado mucho éxito.
Se hacen en todo el mundo muchas acciones de nivel macrosocial por controlar la situación, como son las medidas o apelaciones para la restricción de movimientos, confinamientos, cuarentanas, etc. Todo puede estar muy bien, pero no parece suficiente. Muchas de esas medidas pueden impactar hasta cierto punto en el espacio público, pero tienen menos efecto más allá de éste, incluso pueden generar rechazo si se toman de manera autoritaria.
Es más difícil producir cambios que ayuden a controlar la situación en ámbitos más privados, en la vida en los hogares y en los entornos más inmediatos de la familia, los amigos, la vida cotidiana y la solución de las necesidades de todos los días. El nivel “microsocial” podemos decir en el que nos movemos todos.
Otro es ese ámbito tan decisivo y muy relacionado con el anterior, el del sujeto concreto, la persona, el individuo. Aquí entran componentes decisivos que se pueden resumir en las siguientes preguntas: ¿qué cree cada quien sobre la enfermedad y sobre el modo en que puede afectarle?, ¿qué siente que debe hacer en relación con esto?, y especialmente, ¿qué hace?
La perspectiva individual: modelo de creencias de salud
Si pensamos en la perspectiva individual, nos puede resultar útil un conocimiento generado hace más de 60 años por investigadores norteamericanos: el Modelo de Creencias de Salud. Este modelo teórico surgió cuando esos investigadores se hacían preguntas parecidas a las que nos hacemos nosotros hoy, pero en relación con otras epidemias, como por ejemplo, la de tuberculosis pulmonar, entonces en pleno apogeo en todo el mundo y en relación con la que se hacían búsquedas activas de casos mediante exámenes gratuitos. Las preguntas en ese entonces eran: ¿por qué si las personas pueden favorecerse con la acción de hacerse el examen y así recibir tratamiento médico adecuado, no lo hacen? ¿No se dan cuenta que pueden estar contagiando a otras personas?
Es cierto que en aquella época, ciertas enfermedades, como la se usa de ejemplo aquí, tenían una connotación que conllevaba al estigma social de quienes la padecían. También es verdad que en ciertas circunstancias las personas pueden tender a defenderse psicológicamente desde la negación, por lo que no quieren enterarse que algo no deseado les está pasando. Científicos de entonces enunciaron el citado modelo, que con el paso del tiempo se ha ido enriqueciendo a partir de la experiencia y de las críticas. Lo resumimos aquí a partir de lo que expone Shirley Taylor en su libro “Health Psychology” (Psicología de la Salud), de 2015:
1) Llevar adelante una acción valiosa, útil, para la salud (“prosaludable” preferimos decir nosotros) depende de dos factores: a) que la persona perciba que su salud está realmente amenazada; y b) que la persona crea que una determinada acción práctica le será útil en reducir esa amenaza.
2) La percepción de que se está amenazado está influenciada por tres cosas: a) los valores que la persona tenga en relación con la salud; b) sus creencias acerca de su vulnerabilidad a la amenaza específica; y c) su percepción sobre cuán dañina puede ser la amenaza, es decir, la enfermedad que lo puede afectar si no realiza la acción preventiva.
3) Para adoptar la acción preventiva, la persona valora: a) si realmente la acción a tomar es efectiva para protegerla; y b) en qué medida los costos de la acción a tomar se compensan con los beneficios (cuando aquí se habla de costos no se refiere necesariamente a dinero, sino que podríamos entenderlo también como “el sacrificio” o las molestias que debe afrontar para la realización de la acción preventiva).
En resumen, estar protegidos y proteger a otras personas, depende mucho de lo que creamos sobre lo que nos puede afectar y cómo puede hacerlo, también de que sintamos la necesidad de hacer lo apropiado para no ser afectados y para no afectar a otros, y sobre todo, que actuemos apropiadamente en ese sentido.
¿Que podemos hacer para aplicar mejor el "factor humano" en la situación de pandemia?
La pregunta que nos quedó planteada es: ¿qué se puede hacer, entonces, para aplicar mejor el “factor humano” en la situación de esta pandemia? Necesitamos concentrarnos en entender qué hacer para avanzar en la idea de pasar hacia creencias, sentimientos y acciones que nos conduzcan a las posiciones más favorables para promover en nosotros mismos y en nuestros ámbitos más inmediatos, la prevención de los contagios, enfocados en el bien común. En pocas palabras, poner a funcionar para bien, el factor humano, buscar que asumamos un rol activo que contribuya, que aporte, a evitar pasar por la experiencia de la enfermedad propia y también a evitar la enfermedad de otras personas.
Las tres acciones básicas que se recomiendan universalmente en relación con la prevención de la COVID-19, que son uso de tapabocas, distanciamiento físico (que no es necesariamente social si tomamos en cuenta los recursos de comunicación que tenemos hoy) y la higiene de las manos (mediante el lavado y el uso de alcohol en gel), se relacionan con ese factor humano. Serán practicadas preferentemente por aquellas personas que crean que: el contagio del virus es realmente una amenaza que está presente en su entorno; es vulnerable a ser contagiada y afectada; la afectación, si se contagia, será seria, en términos de daño a su bienestar; las tres medidas más generales recomendadas son realmente efectivas para la prevención; el costo, el “sacrificio” o la molestia de llevar a la práctica esas tres acciones, valen la pena si se comparan con las consecuencias que le puede acarrear contraer la enfermedad.
Obviamente, muchas personas no alcanzan a configurar una creencia tan redonda en relación con su posible contagio con el virus que provoca la COVID-19. Basta con que no les funcione uno de esos componentes que arman la creencia, para que ésta sea débil.
Mientras el número de casos y fallecidos no llegó a los niveles actuales, muchos creían que Uruguay (y Paysandú en particular) eran zonas con poca presencia del virus, o que por ser jóvenes no eran vulnerables; o que esto de la COVID-19 era algo benigno que si le tocaba, no le crearía gran afectación; o que “si te va a tocar, te toca”, tomes las medidas o no, porque tales medidas no son realmente útiles; o que no vale la pena hacer tanto sacrificio por algo que si te tocaba, no te iba a dañar mucho.
Las razones por las que cada quien genera esas creencias que entorpecen la acción preventiva, pueden ser muy diversas. Una de tantas es la tendencia a la negación, otras pueden venir de señales del entorno, como por ejemplo, la pobreza de la propaganda de salud con advertencias sobre el peligro potencial o, la no exigencia (o ni siquiera avisar con insistencia) de la necesidad de la práctica de medidas preventivas tan importantes como el uso del barbijo en espacios públicos, por ejemplo. Si no hay una creencia firme, de base, es muy difícil que la persona sienta la necesidad de poner en práctica las medidas apropiadas.
Y si no se cree y no se siente la necesidad de hacerlo, es difícil que se adopte un actuar consistente, útil, eficaz. Por supuesto, estamos hablando del modo más simple y más directo, cuando en rigor hay todo un entramado psicológico en este proceso y las variaciones de persona a persona pueden ser notables; para cada quien, todo esto tiene un sentido personal. Y como ya se ha dicho, muchos aunque quieran hacerlo, no lo logran, la vida cotidiana les presenta barreras que sin ayuda les resulta difícil salvar.
Así, otras consideraciones sobre este tema apuntan al hecho de que incluso, cuando se tiene una creencia firme y se siente la necesidad de llevar a la práctica las medidas preventivas, la persona falla al hacerlo ya sea, entre otras causas, porque: 1) las contingencias de su vida cotidiana se la hacen difícil (por ejemplo, personas que tienen la necesidad de tomar medios de transporte abarrotados para ir a trabajar día tras día para garantizar su sustento y el de su familia, o que no tienen para gastar en alcohol en gel para llevar en el bolsillo o para obtener y renovar oportunamente mascarillas de calidad). Esos son ejemplos de esas barreras de las que se habló antes. 2) No son consistentes en la práctica de las medidas preventivas (por ejemplo, reaccionan irracionalmente en determinados momentos, digamos si se encuentran en la calle accidentalmente con una persona afectivamente cercana no reparan en abrazarla y besar como saludo). 3) No realizan las prácticas preventivas en forma correcta (se lavan superficialmente las manos, no se ajustan bien la mascarilla o desconocen cómo se usan los diferentes tipos de éstas). 4) Atraviesan estados de cansancio por la observancia de las prácticas preventivas, digamos que después de largos períodos de buenas prácticas, las relajan.
Un problema social del factor humano
Entonces, si sumamos a quienes no han logrado armar una creencia que dé paso a sentir la necesidad de actuar con buenas prácticas preventivas, más a quienes aunque tengan la creencia y sientan la necesidad, no tienen las condiciones para llevarlas a la práctica, más a quienes teniendo la creencia y sintiendo la necesidad de adoptar prácticas preventivas, las adoptan de modo poco eficaz, por desconocimiento o por inconsistencia, más a quienes sencillamente, se cansan, hacen una pausa, tendremos una suma importante de personas que están expuestas a ser contagiadas y a contagiar, así de simple. Esto es, esencialmente, un problema social, del “factor humano”.
Eso explica por qué, ahora mismo, en medio del alza de contagios y muertes que vivimos en el país y en nuestro departamento en abril de 2021, si uno sale a la calle en Paysandú, encontrará a muchas personas sin barbijo, a otras que lo llevan en el bolsillo para colocárselo solamente para entrar a los lugares que lo exigen, o a personas de esas sin barbijo conversando muy cerca unas de otras. Eso solamente para hablar de lo que se ve en la calle. Como la punta de un iceberg, esto es reflejo de modos de actuar nada oportunos para la prevención que pueden estar ocurriendo en otros ámbitos. Eso en los momentos en que las autoridades sanitarias del departamento plantean claramente que estamos en situación de crisis (ver la edición del “EL TELEGRAFO del 3 de abril).
Hoy tenemos la posibilidad de recibir las vacunas, y con eso, en la medida que se desarrolle el proceso, podrán evitarse una buena cantidad de casos o reducir los niveles de severidad de quienes eventualmente enfermen. Pero esto es todo un proceso, no significa que porque ya comenzó, todo está resuelto y no es necesario protegerse y proteger a los demás.
Algunas acciones posibles
No es fácil hacer recomendaciones que pueden parecer verdades de Perogrullo, pero creemos que, sobre la base de lo que hemos venido tratado en ambas partes de este artículo, algunas sugerencias pueden tener fundamento, entre otras acciones posibles. Son las siguientes:
- Es necesario trabajar en contribuir a configurar las creencias apropiadas sobre lo que estamos viviendo. No se trata de organizar una campaña de miedo, pero sí de fomento del mejor actuar “prosaludable”, el que hace falta aquí y ahora. La propaganda de salud es imprescindible, bien encaminada, por diversos medios y con presencia suficiente en los más diversos escenarios. Las personas necesitan percibir mejor el riesgo potencial y con esto evaluar mejor su vulnerabilidad.
- Tal propaganda debe permitir la mejor configuración de las creencias, pero sobre todo debe insistir en cómo llevar adelante las prácticas preventivas de manera eficaz.
- Es necesario apoyar a las personas cuyas condiciones materiales de existencia les imponen limitaciones para la adopción de las medidas preventivas eficaces. Este punto está expresado en muy pocas palabras, pero llevarlo a vías de hecho puede implicar la realización de acciones por diversos actores coordinados. Es algo imprescindible.
- En los espacios públicos, si bien en el país no hay la obligación expresa de exigir el uso de barbijos (como si se hace hoy, incluso en países de Europa), es muy importante realizar acciones concentradas de propaganda de salud insistiendo en la importancia de hacerlo.
- De más está decir, que todo aquello que contribuya al bien público (incluyendo el control para evitar aglomeraciones, la exigencia sistemática de las medidas vigentes, etc.), debe ser comprendido como una necesidad. La prevención de acciones contrarias a lo que se requiere y está establecido por las autoridades, siempre que sea posible, será siempre mucho más eficaz que cualquier otra medida.
Paso a paso, el virus, su transmisión y los daños a la salud y de todo tipo que provoca, serán controlados, pero, junto a los notables esfuerzos del mundo de los laboratorios, de las políticas públicas y de los servicios de salud, es necesario que todos hagamos un poco más, tanto desde los diferentes espacios y actores de nuestras comunidades, como por parte de aquellos a quienes corresponde por sus deberes institucionales. Todos, en función de poner en marcha, en el más alto sentido positivo, el potente recurso del “factor humano”.
1) Francisco Morales Calatayud es psicólogo, Especialista en Psicología de la Salud y Doctor en Ciencias de la Salud. Profesor Titular y Responsable de Polo de Salud Comunitaria, Coordinador de la carrera de Licenciatura en Psicología en la Sede Paysandú del CENUR Litoral Norte. Director del Doctorado en Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República.
2) Delia Bianchi Villalba, es psicóloga y Magister en Integración de Personas con Discapacidad, Profesora Agregada del Polo del Salud Comunitaria y de la carrera de Licenciatura en Psicología de la Sede Paysandú del CENUR Litoral Norte. Doctoranda del Doctorado en Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de la República.
Nota: El texto fue publicado en dos partes, en dos sábados consecutivos en la columna semanal "Paysandú Universitario en Diario El Telégrafo. La primera el sábado 10 de abril de 2021 y la segunda el 17 de abril de 2021.