Morales Calatayud: “Psicología, salud y salud mental, las tensiones y los cambios”
La presente edición de la Escuela de Verano se enfocó en los impactos de la pandemia que aún persisten y en proponer pensar los aportes de la psicología en el campo de la salud mental y en las perspectivas de abordaje y experiencias resultantes. El acto de bienvenida y mesa de apertura contó con la presencia del rector de la Universidad de la República (UdelaR), Rodrigo Arim, y el decano de la Facultad de Psicología, Enrico Irrazabal. En la presentación de la conferencia, el profesor Luis Jiménez definió a Morales Calatayud como “referente continental en temas de psicología de la salud con extensa trayectoria de trabajo académico en Cuba –de donde es oriundo-- y en otros países de América Latina en los que ha visitado o participado en proyectos de cooperación”. Destacó que específicamente en la temática de salud mental en 2019, Morales “fue consultor de la Organización Panamericana de la Salud OPS para la redacción del plan nacional de salud mental elaborador desde el MSP de Uruguay, por lo que tiene desarrollos específicos recientes en esta temática”.
Articulación de lo psicológico con la salud
Morales celebró que partiendo de que “lo que convencionalmente denominamos ‘salud mental’, es un asunto de enorme significación para la vida de las personas, las familias y la sociedad en su conjunto en el que afloran tensiones y es imprescindible empujar firmemente en función de los cambios necesarios”. Para lograr ese objetivo apuntó que “resulta fundamental la conjunción del conocimiento y la praxis comprometida, sostenida, coherente y extensa”, y atribuyó a la Universidad pública la responsabilidad de “ocupar un lugar de vanguardia en ese empuje por contar con la potencia que le da la integración de sus funciones fundamentales como las potencialidades de quienes hacen parte de su demos, así como del ascendente que como institución tiene la UdelaR en el espacio público”. En su conferencia se enfocó en dos aspectos específicos. En primer lugar en “la articulación de lo psicológico con el campo de la salud y en particular con el subcampo denominado ‘salud mental’”, y en segundo lugar “en las tensiones de ese subcampo, así como las más generales líneas de acción para el logro de los cambios que creo más necesarios para las soluciones a tales tensiones”. La conferencia se realizó virtualmente y Morales se manifestó sin eludir la posibilidad de resultar polémico y procurando el análisis y el intercambio de los participantes de la conferencia, que se mantiene disponible en el canal de YouTube de la Facultad de Psicología. “Acuerdo solo en parte con quienes opinan que la discusión de que es la salud mental desde una perspectiva ontológica podría ser de poca utilidad. En efecto ese debate puede no solo ser intrascendente sino hasta entorpecedor si se analiza desde la especulación o desde el aferramiento a posiciones que se manejan de modo superficial o si queda en un plano simplemente retórico. Cualquier debate en esos términos, debe ser rechazado. Para discutir desde la superficialidad mejor no hacerlo. Sin embargo, no acuerdo con evitar ese debate, debemos realmente plantear para buscar soluciones conceptuales, para valorar y sintetizar conocimientos disponibles y para alcanzar ciertas bases orientadoras que permitan encaminar nuevas búsquedas y dar sustento a la práctica”. Agregó que naturalmente “es necesario aproximarse a las esencias en una realidad multideterminada y cambiante, con opiniones que fluyen sin estar basadas en el conocimiento sobre los temas”, dijo.
Problemas de salud de expresión mental
En uno de los pasajes de la conferencia aportó que, desde su perspectiva, una primera aproximación es que “salud mental, más que un concepto acabado, hoy por hoy se usa como una noción que permite denominar un subcampo de la salud que incluye a los problemas de salud de expresión predominantemente mental y la atención de los mismos como a las políticas, normativas y servicios vinculadas con esos problemas”. Reafirmó que “solamente desde una perspectiva mecanicista y cartesiana podría ser escindida la salud en parte mental y somática, de ahí que sea mayoritariamente inapropiado el uso del término salud mental”. Analizó que en la realidad más frecuente la gran mayoría de los conocimientos y las prácticas en el subcampo de la salud mental giran alrededor de lo que se ha dado en llamar la “enfermedad mental” y apuntó que esto “contrasta con el menor interés, que al mismo tiempo se observa, en relación a la producción de conocimiento y realización de acciones prácticas enfocadas a otros aspectos tales como la potencialización del componente mental de la salud en general, la promoción del bienestar psicológico y su aporte a la calidad de vida global, el fomento de entornos de vida saludables y la prevención de los problemas de salud de expresión predominantemente mental, entre otros”. Apuntó también que la resistencia a entender la integralidad de la salud está arraigada en quienes detentan posiciones hegemónicas en el campo de la salud. “Se trata aún, de un ámbito en el que prevalece el paradigma individual restrictivo de prácticas en salud, que se basa en la clínica aislada y en el reduccionismo terapéutico, asumiendo al sujeto ‘enfermo’ descontextualizado de su realidad social y en un rol pasivo”, explicó. La conferencia dio paso a un interesante intercambio sobre la temática y dejó espacio abierto para identificar vías que permitan, con base académica y de investigación, colaborar a superar las tensiones identificadas.
La conferencia está disponible en Youtube de Facultad de Psicología LINK